Efectivos de la Unidad de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos Oeste secuestraron una importante cantidad de elementos vinculados con los robos sistemáticos de cables de tendido eléctrico denunciados por la empresa EDET durante tres allanamientos realizados en las últimas horas. Concretaron operativos en Monteros, Río Seco y León Rougés.
La investigación reveló el modus operandi de los delincuentes que consiste en hacerse pasar por supuestos operarios que realizan “arreglos” en la calle cortando el suministro de luz en diferentes zonas: ese es el momento aprovechado para robar los cables y huir rápidamente en un camión.
“Un testigo nos alertó que vio a dos supuestos operarios. Cuando los fue a increpar, le respondieron que habían recibido un llamado de alguien de ese lugar y que por eso estaban trabajando. Este testimonio, se sumó como prueba a los registros fílmicos de las cámaras de seguridad que registraron como robaban los cables”, explicó el comisario, Julio Concha, titular de esa unidad especial.
Los operativos se realizaron en Monteros, Río Seco y León Rougés.
Tras reunir evidencia, los investigadores realizaron tres allanamientos en Monteros, Río Seco, León Rougés y pertenecen a empleados de una empresa que presta servicios tercerizados para EDET.
En León Rouges, los pesquisas secuestraron una importante cantidad de herramientas de trabajo de la casa de un empleado de la firma que presta servicios para la empresa damnificada.
En el barrio Matadero, de la comuna de Río Seco, otro equipo policial, registró una vivienda donde funciona una empresa contratista de EDET, y se logró secuestrar el libro de novedades, que es utilizado para anotar las salidas de móviles y controles de herramientas. También se confiscó un camión Ford M4000 y varios teléfonos celulares, y elementos relacionados al trabajo diario que utiliza el personal en las salidas.
Por último, el personal policial ingresó a un domicilio de un trabajador, ubicado en el barrio Villa Alcira de Monteros y secuestro una infinidad de elementos vinculados a la causa, desde cascos, fusibles, medidores, transformadores, hasta herramientas de uso cotidianos de la actividad.
"Los teléfonos celulares secuestrados son de vital importancia para saber el grado de participación de los propietarios en los diferentes robos que se vienen produciendo”, aseguró Concha.
Desde el Ministerio Público Fiscal, actuaron la jueza Gabriela Ghiraldi, el juez Raúl Bernardo Sassi y Cristian Javier Gómez. Mientras que, desde la unidad policial, los trabajos estuvieron a cargo del primer y segundo jefe de la división, Julio Concha y Pedro Gómez y supervisados por el comisario inspector, Jorge Dib, director general de Investigaciones.